febrero 1, 2024
Mi abuelita estaba hecha de pan, de un suelo que adoraba sus pies cuando salía a caminar o cuando sahumaba el altar
Mi abuelita era tan dulce que tenía problemas con sus niveles de azúcar y como tanta mexicana tenía que batallar por no agregarse más dulzura
Mi abuelita en su pecho tenía una catedral que a todos nos daba una bendición a la hora de abrazarla
Mi abuelita venia de las montañas, de mil crisis económicas y de su familia, que le sirvieron de experiencia cuando tuvo que enfrentar en su cuerpo varias batallas
Se perfectamente que mi abuelita nunca se va a morir por que estaba hecha de chicomexochitl y trio huasteco de café con pan y maíz de tradiciones nahuas y un pueblo con magia y por qué con el tiempo he descubierto que mi familia es parte de un ambicioso mantel que mi abuelita comenzó a tejer algún día en la puerta de su casa sentadita en su silla de palma.